Viriato fue un caudillo considerado uno de los héroes de la historia antigua de nuestro país, famoso por enfrentarse a la dominación romana al mando de una tropa heterogénea, compuesta por gentes de toda la región de Lusitania (provincia romana que comprendía parte de las actuales Salamanca, Zamora, Extremadura, Toledo y Portugal). No se conoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que murió en el 139 antes de Cristo. Tampoco hay consenso respecto a su origen, antes de convertirse en el líder de las tribus: algunas leyendas dicen que era un pastor reconvertido en guerrero, y otras que fue un guerrero huido de una cárcel romana.
Historiadores como Tito Livio o Apiano lo describen como un líder nato, experto en tácticas y con el carisma suficiente como para agrupar bajo su mando a los miembros de tribus tradicionalmente enfrentadas entre sí. Su muerte se produjo mientras dormía, a mano de tres de sus propios hombres, sobornados por el Imperio Romano, que veía en el creciente poder de Viriato una amenaza para su expansión. Cuenta la leyenda que cuando los asesinos acudieron al cónsul a reclamar su pago, éste se negó y pronunció la famosa frase “Roma no paga a traidores”.
Viriato fue un caudillo considerado uno de los héroes de la historia antigua de nuestro país, famoso por enfrentarse a la dominación romana al mando de una tropa heterogénea, compuesta por gentes de toda la región de Lusitania (provincia romana que comprendía parte de las actuales Salamanca, Zamora, Extremadura, Toledo y Portugal). No se conoce su fecha de nacimiento, pero se sabe que murió en el 139 antes de Cristo. Tampoco hay consenso respecto a su origen, antes de convertirse en el líder de las tribus: algunas leyendas dicen que era un pastor reconvertido en guerrero, y otras que fue un guerrero huido de una cárcel romana.
Historiadores como Tito Livio o Apiano lo describen como un líder nato, experto en tácticas y con el carisma suficiente como para agrupar bajo su mando a los miembros de tribus tradicionalmente enfrentadas entre sí. Su muerte se produjo mientras dormía, a mano de tres de sus propios hombres, sobornados por el Imperio Romano, que veía en el creciente poder de Viriato una amenaza para su expansión. Cuenta la leyenda que cuando los asesinos acudieron al cónsul a reclamar su pago, éste se negó y pronunció la famosa frase “Roma no paga a traidores”.
Was this answer helpful?
LikeDislike