El término licántropo viene del griego, concretamente de la enfermedad que entonces se conocía como licantropía: la transformación de un hombre en un lobo. Por extensión, se llaman licántropos a todas las criaturas que, dentro de los relatos míticos, pueden cambiar de forma a la de otro animal. En este sentido se utiliza también la palabra “teriantropo”.
En general, por tanto, la palabra “licántropo” es sinónimo de hombre lobo. Desde Grecia hasta incluso nuestros días se trata de un mito muy extendido, que se ha vuelto muy popular gracias a la literatura y el cine. Hay muchas historias al respecto, aunque la más conocida es la que dice que los hombres lobo son personas normales durante el día que sufren su terrible transformación por la noche, especialmente durante la fase de luna llena. Se convierten en una especie de lobos de dos patas, con una fuerza y fiereza extraordinaria, y son capaces de transmitir su “enfermedad” mordiendo a otro ser humano. En España, los hombres lobos eran llamados lobizón o lobisome, y existen muchos relatos que hablan de ellos sobre todo en la parte del norte.
El término licántropo viene del griego, concretamente de la enfermedad que entonces se conocía como licantropía: la transformación de un hombre en un lobo. Por extensión, se llaman licántropos a todas las criaturas que, dentro de los relatos míticos, pueden cambiar de forma a la de otro animal. En este sentido se utiliza también la palabra “teriantropo”.
En general, por tanto, la palabra “licántropo” es sinónimo de hombre lobo. Desde Grecia hasta incluso nuestros días se trata de un mito muy extendido, que se ha vuelto muy popular gracias a la literatura y el cine. Hay muchas historias al respecto, aunque la más conocida es la que dice que los hombres lobo son personas normales durante el día que sufren su terrible transformación por la noche, especialmente durante la fase de luna llena. Se convierten en una especie de lobos de dos patas, con una fuerza y fiereza extraordinaria, y son capaces de transmitir su “enfermedad” mordiendo a otro ser humano. En España, los hombres lobos eran llamados lobizón o lobisome, y existen muchos relatos que hablan de ellos sobre todo en la parte del norte.
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