El principal motivo por el que se emplea a las ratas es por su fácil manejabilidad, a causa de su tamaño. Son animales con un genoma muy similar al humano, lo que las hace perfectas para experimentos basados en la manipulación genética. Además, su número es muy amplio en todo el mundo y no se encuentran en riesgo de extinción, por lo que no suele haber quejas de las asociaciones protectoras de animales. En ocasiones éstas se manifiestan en contra, pero sólo cuando hay constancia de que los experimentos realizados están causando dolores innecesarios o exagerados a estos animales, o en los casos en que no se utilizan para estudiar enfermedades sino para probar productos farmacológicos que les producen serios daños.
Su gran número permite tener muchos individuos en un mismo laboratorio, y por tanto realizar experimentos estadísticos con un alto grado de fiabilidad. Los ratones más utilizados habitualmente son los de la especie mus musculus, caracterizados por su color blanco y sus ojos rojos.
El principal motivo por el que se emplea a las ratas es por su fácil manejabilidad, a causa de su tamaño. Son animales con un genoma muy similar al humano, lo que las hace perfectas para experimentos basados en la manipulación genética. Además, su número es muy amplio en todo el mundo y no se encuentran en riesgo de extinción, por lo que no suele haber quejas de las asociaciones protectoras de animales. En ocasiones éstas se manifiestan en contra, pero sólo cuando hay constancia de que los experimentos realizados están causando dolores innecesarios o exagerados a estos animales, o en los casos en que no se utilizan para estudiar enfermedades sino para probar productos farmacológicos que les producen serios daños.
Su gran número permite tener muchos individuos en un mismo laboratorio, y por tanto realizar experimentos estadísticos con un alto grado de fiabilidad. Los ratones más utilizados habitualmente son los de la especie mus musculus, caracterizados por su color blanco y sus ojos rojos.
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