Esta dolencia, tan común, viene determinada por dos factores: uno de origen constitucional y otro externo. El efecto combinado de estos dos factores provoca, primero, la erosión del esmalte protector del diente; después, de la dentina o marfil y, por último, de la cavidad central, donde se inserta el nervio y se desencadena el dolor. Con independencia de la intervención correctora del dentista, parece demostrado que el flúor, utilizado en pequeñas dosis, ejerce también una eficaz acción preventiva sobre caries.
Esta dolencia, tan común, viene determinada por dos factores: uno de origen constitucional y otro externo. El efecto combinado de estos dos factores provoca, primero, la erosión del esmalte protector del diente; después, de la dentina o marfil y, por último, de la cavidad central, donde se inserta el nervio y se desencadena el dolor. Con independencia de la intervención correctora del dentista, parece demostrado que el flúor, utilizado en pequeñas dosis, ejerce también una eficaz acción preventiva sobre caries.
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