Durante los 40 días de la Cuaresma, los cristianos “hacen ayuno”: se abstienen de comer mucho y constistente. Pero a mediados de la Cuaresma, el jueves es un día en el que todo está permitido. Las filloas o crepes como se les llaman en otros países, son grasas, doradas y azucaradas, según la tradición campesina, siguen adornando el menú de la Cuaresma. Durante los 40 días de la Cuaresma, la Iglesia impone las normas de ayuno y de abstinencia. En la Cuaresma, un día y una noche de banquetes dan una tregua a los rigores de las prohibiciones. La elaboración de las filloas o crepes, durante esa época, parece haber comenzado en las provincias agrícolas. Era necesario comer filloas el día que no se hacía ayuno, para garantizarse la riqueza a través de la abundancia de la cosecha de trigo, leche y huevos. Hoy en día, esta agradable tradición se mantiene en algunos países.
Durante los 40 días de la Cuaresma, los cristianos “hacen ayuno”: se abstienen de comer mucho y constistente. Pero a mediados de la Cuaresma, el jueves es un día en el que todo está permitido. Las filloas o crepes como se les llaman en otros países, son grasas, doradas y azucaradas, según la tradición campesina, siguen adornando el menú de la Cuaresma. Durante los 40 días de la Cuaresma, la Iglesia impone las normas de ayuno y de abstinencia. En la Cuaresma, un día y una noche de banquetes dan una tregua a los rigores de las prohibiciones. La elaboración de las filloas o crepes, durante esa época, parece haber comenzado en las provincias agrícolas. Era necesario comer filloas el día que no se hacía ayuno, para garantizarse la riqueza a través de la abundancia de la cosecha de trigo, leche y huevos. Hoy en día, esta agradable tradición se mantiene en algunos países.
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