La mayoría de los gatos adquiere la costumbre de mordisquear las plantas de sus dueños, para desesperación de éstos. Lo hacen porque su organismo necesita una dosis adicional de proteínas para purgarse, es decir, eliminar los restos orgánicos que no puede expulsar a través de las heces. Su propio instinto les lleva a buscarlas en las plantas.
La hierba para gatos (en latín, nepeta cataria) es la que se vende habitualmente para conseguir que dejen en paz las macetas de casa. Se puede adquirir en cualquier establecimiento para mascotas, y no requiere ningún cuidado especial; basta con plantarla (muchas ya vienen en un recipiente para ello), regarla y esperar entre tres y cuatro días hasta que surja. Hay que tener en cuenta que no todos los gatos desarrollan este “apetito vegetal”, y otros, en cambio, suelen aficionarse tanto que pueden llegar a parecer “drogados” al ingerir la hierba. También es una buena forma de conseguir que expulsen las bolas de pelo que tragan inevitablemente al lavarse
La mayoría de los gatos adquiere la costumbre de mordisquear las plantas de sus dueños, para desesperación de éstos. Lo hacen porque su organismo necesita una dosis adicional de proteínas para purgarse, es decir, eliminar los restos orgánicos que no puede expulsar a través de las heces. Su propio instinto les lleva a buscarlas en las plantas.
La hierba para gatos (en latín, nepeta cataria) es la que se vende habitualmente para conseguir que dejen en paz las macetas de casa. Se puede adquirir en cualquier establecimiento para mascotas, y no requiere ningún cuidado especial; basta con plantarla (muchas ya vienen en un recipiente para ello), regarla y esperar entre tres y cuatro días hasta que surja. Hay que tener en cuenta que no todos los gatos desarrollan este “apetito vegetal”, y otros, en cambio, suelen aficionarse tanto que pueden llegar a parecer “drogados” al ingerir la hierba. También es una buena forma de conseguir que expulsen las bolas de pelo que tragan inevitablemente al lavarse
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