La palabra «faquir» procedente del árabe, significa «pobre», aunque en la actualidad la empleemos impropiamente para designar aquellos sujetos dotados de facultades mágicas aplicadas al exhibicionismo. En realidad, tales facultades, cuando son auténticas, conciernen al orden fisiológico, como es, entre otras, su conocida resistencia a la acción quemante del fuego en la planta de los pies. Ello es consecuencia de una práctica ascética que por vía para normal culmina en la supresión a voluntad de todas las facultades perceptivas.
La palabra «faquir» procedente del árabe, significa «pobre», aunque en la actualidad la empleemos impropiamente para designar aquellos sujetos dotados de facultades mágicas aplicadas al exhibicionismo. En realidad, tales facultades, cuando son auténticas, conciernen al orden fisiológico, como es, entre otras, su conocida resistencia a la acción quemante del fuego en la planta de los pies. Ello es consecuencia de una práctica ascética que por vía para normal culmina en la supresión a voluntad de todas las facultades perceptivas.
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