El carbón procede de plantas, árboles, helechos gigantes que crecían hace muchísimos siglos, cuando no había aún hombres sobre la tierra. Estos vegetales se pudrieron, se descompusieron, hundiéndose, mezclándose, y juntos, endurecieron y se transformaron en carbón. Hace varios centenares de millones de años, durante una conmoción gigantescas, los espesos bosques que crecían en las regiones pantanosas, fueron absorbidos por las aguas, luego lentamente ocultados bajo la acumulación paciente de los sedimentos. En unas lentas transformaciones, y en presencia de microbios, se crearon estas reservas de madera fósil, de carbono, que son los yacimientos de carbón, y que a veces en un nuevo modelaje de la corteza terrestre, los hace aparecer en la superficie.
El carbón procede de plantas, árboles, helechos gigantes que crecían hace muchísimos siglos, cuando no había aún hombres sobre la tierra. Estos vegetales se pudrieron, se descompusieron, hundiéndose, mezclándose, y juntos, endurecieron y se transformaron en carbón. Hace varios centenares de millones de años, durante una conmoción gigantescas, los espesos bosques que crecían en las regiones pantanosas, fueron absorbidos por las aguas, luego lentamente ocultados bajo la acumulación paciente de los sedimentos. En unas lentas transformaciones, y en presencia de microbios, se crearon estas reservas de madera fósil, de carbono, que son los yacimientos de carbón, y que a veces en un nuevo modelaje de la corteza terrestre, los hace aparecer en la superficie.
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