Durante el otoño e invierno, la poca luz solar que llega a la superficie del plantea y la baja temperatura reinante alargan la duración de las reacciones químicas que intervienen en la función clorofílica, produciendo en la planta un período de mínima actividad vital que coincide con la pérdida de sus hojas. Estas no volverán hasta la primavera siguiente, en que el vegetal iniciará de su nueva su plena actividad. Existen ciertos árboles llamados de hoja perenne, que presentan durante todo el año el mismo aspecto verde. Sin embargo, estos también pierden sus hojas que son reemplazas por otras nuevas, por lo que nos parece que siempre son las mismas en el transcurso de los años.
Entre los árboles de hoja perenne, destacan los pinos, cuyas hojas son afiladas y duras y resisten mucho tiempo antes de morir. Por eso pueden estar en pleno invierno, en navidad, adornando nuestras casas.
Durante el otoño e invierno, la poca luz solar que llega a la superficie del plantea y la baja temperatura reinante alargan la duración de las reacciones químicas que intervienen en la función clorofílica, produciendo en la planta un período de mínima actividad vital que coincide con la pérdida de sus hojas. Estas no volverán hasta la primavera siguiente, en que el vegetal iniciará de su nueva su plena actividad. Existen ciertos árboles llamados de hoja perenne, que presentan durante todo el año el mismo aspecto verde. Sin embargo, estos también pierden sus hojas que son reemplazas por otras nuevas, por lo que nos parece que siempre son las mismas en el transcurso de los años.
Entre los árboles de hoja perenne, destacan los pinos, cuyas hojas son afiladas y duras y resisten mucho tiempo antes de morir. Por eso pueden estar en pleno invierno, en navidad, adornando nuestras casas.
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