En ocasiones sentimos un característico hormigueo en los brazos o en las piernas y pies, y decimos que nuestro miembros se han dormido. La razón de este fenómeno es que al adoptar determinadas posturas corporales durante un tiempo prolongado, provocamos el aplastamiento de los vasos sanguíneos, de forma que se dificulta la circulación de la sangre.
En este estaod las venas se hinchan y se produce una presión anormal sobre sus paredes. La presión se manifiesrta mediante un picor agudo que parece provocado por miles de p eqeuñas gujas y que no cesa hasta que se restablece la circulación sanguínea
En ocasiones sentimos un característico hormigueo en los brazos o en las piernas y pies, y decimos que nuestro miembros se han dormido. La razón de este fenómeno es que al adoptar determinadas posturas corporales durante un tiempo prolongado, provocamos el aplastamiento de los vasos sanguíneos, de forma que se dificulta la circulación de la sangre.
En este estaod las venas se hinchan y se produce una presión anormal sobre sus paredes. La presión se manifiesrta mediante un picor agudo que parece provocado por miles de p eqeuñas gujas y que no cesa hasta que se restablece la circulación sanguínea