El vino ha acompañado al hombre desde hace más de seis mil años y no ha perdido popularidad desde entonces. Como todo, si se consume en exceso puede ser perjudicial; pero si se toma con la debida regularidad o en determinadas condiciones puede llegar a ser muy saludable.
Es, sobre todo, una fuente de vitaminas A, C y B, con lo cual constituye una fuente importante de antioxidantes. Una copa de vino al día puede redundar en una mayor longevidad. También contiene hierro en menor cantidad, por lo que muchos médicos lo recomiendan cuando se ha sufrido un proceso de anemia. Se le atribuyen también propiedades beneficiosas para la circulación sanguínea y para evitar la artritis y las molestias derivadas de la alergia.
En el apartado anímico también influye notoriamente: consumido con moderación, actúa para mitigar la ansiedad, la depresión y los traumas emocionales prolongados (por ejemplo, los derivados de un shock). Existen incluso tratamientos médicos que se basan en la vinoterapia, en la que los pacientes toman baños directamente en vino.
En resumen, sin duda el vino es un alimento muy completo que nos puede aportar numerosos beneficios… pero no debemos perder nunca el norte a la hora de consumirlo.
El vino ha acompañado al hombre desde hace más de seis mil años y no ha perdido popularidad desde entonces. Como todo, si se consume en exceso puede ser perjudicial; pero si se toma con la debida regularidad o en determinadas condiciones puede llegar a ser muy saludable.
Es, sobre todo, una fuente de vitaminas A, C y B, con lo cual constituye una fuente importante de antioxidantes. Una copa de vino al día puede redundar en una mayor longevidad. También contiene hierro en menor cantidad, por lo que muchos médicos lo recomiendan cuando se ha sufrido un proceso de anemia. Se le atribuyen también propiedades beneficiosas para la circulación sanguínea y para evitar la artritis y las molestias derivadas de la alergia.
En el apartado anímico también influye notoriamente: consumido con moderación, actúa para mitigar la ansiedad, la depresión y los traumas emocionales prolongados (por ejemplo, los derivados de un shock). Existen incluso tratamientos médicos que se basan en la vinoterapia, en la que los pacientes toman baños directamente en vino.
En resumen, sin duda el vino es un alimento muy completo que nos puede aportar numerosos beneficios… pero no debemos perder nunca el norte a la hora de consumirlo.
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