Sabemos que las cesáreas ya se practicaban en los tiempos de la Antigua Roma (con el consiguiente riesgo para la vida de la madre que podían conllevar en aquella época). De hecho, una leyenda indica que Julio César, el famoso emperador, nació de esta manera, y por ello su nombre deriva de él.
La primera cesárea de la que hay registros escritos procede de mucho tiempo después. Fue en 1500, y tuvo como protagonista a un granjero experto en castrar cerdos, que realizó la incisión a su mujer. Consiguió salvar tanto la vida de ésta como la de su hijo recién nacido, algo que en aquella época no era demasiado común (el índice de mortalidad de la madre era muy elevado). Sabemos que continuó siendo una práctica muy habitual y se fueron mejorando las condiciones más importantes en su realización: la anestesia de la mujer y la correcta desinfección y condiciones higiénicas.
Sabemos que las cesáreas ya se practicaban en los tiempos de la Antigua Roma (con el consiguiente riesgo para la vida de la madre que podían conllevar en aquella época). De hecho, una leyenda indica que Julio César, el famoso emperador, nació de esta manera, y por ello su nombre deriva de él.
La primera cesárea de la que hay registros escritos procede de mucho tiempo después. Fue en 1500, y tuvo como protagonista a un granjero experto en castrar cerdos, que realizó la incisión a su mujer. Consiguió salvar tanto la vida de ésta como la de su hijo recién nacido, algo que en aquella época no era demasiado común (el índice de mortalidad de la madre era muy elevado). Sabemos que continuó siendo una práctica muy habitual y se fueron mejorando las condiciones más importantes en su realización: la anestesia de la mujer y la correcta desinfección y condiciones higiénicas.