El juego que dio origen al Monopoly, en el que éste se inspiró realmente, fue uno llamado The Landlord´s Game, o Juego del Terrateniente, creado a principios del siglo XX por Elizabeth Maggie. Se considera al Monopoly un juego “de bienes raíces”, clasificación que se utiliza para todos aquellos cuya mecánica consiste en realizar ofertas económicas para adquirir posesiones sobre un terreno ficticio, y gestionar éstas de manera comercial. The Landlord´s Game tuvo mucho éxito en su momento en Estados Unidos, siendo localizado en diferentes países: Inglaterra o Dinamarca, por ejemplo.
Una de esas localizaciones en territorio estadounidense, la de Atlantic City fue patentada por un vendedor en paro, llamado Charles Darrow, en 1935. Le dio el nombre de Monopoly. Consiguió venderlo a la empresa Parker Brothers, especializada en juegos de mesa. A partir de entonces comenzó su gigantesca expansión y popularidad.
El Monopoly se encuentra en el libro Guinness de los Récords como el juego de mesa más jugado de la historia: en 1999 se contabilizaron 500 millones de personas que lo había disfrutado a lo largo de su existencia.
El juego que dio origen al Monopoly, en el que éste se inspiró realmente, fue uno llamado The Landlord´s Game, o Juego del Terrateniente, creado a principios del siglo XX por Elizabeth Maggie. Se considera al Monopoly un juego “de bienes raíces”, clasificación que se utiliza para todos aquellos cuya mecánica consiste en realizar ofertas económicas para adquirir posesiones sobre un terreno ficticio, y gestionar éstas de manera comercial. The Landlord´s Game tuvo mucho éxito en su momento en Estados Unidos, siendo localizado en diferentes países: Inglaterra o Dinamarca, por ejemplo.
Una de esas localizaciones en territorio estadounidense, la de Atlantic City fue patentada por un vendedor en paro, llamado Charles Darrow, en 1935. Le dio el nombre de Monopoly. Consiguió venderlo a la empresa Parker Brothers, especializada en juegos de mesa. A partir de entonces comenzó su gigantesca expansión y popularidad.
El Monopoly se encuentra en el libro Guinness de los Récords como el juego de mesa más jugado de la historia: en 1999 se contabilizaron 500 millones de personas que lo había disfrutado a lo largo de su existencia.
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