En un principio, no hay ninguna ley que obligue a convertir este tipo de contratos en indefinidos, a no ser que se encuentren en fraude de ley. En estos casos, la empresa tiene la obligación de hacer la conversión.
Para detectar si un contrato temporal se encuentra en estas condiciones hay que hacer las siguientes observaciones:
-Un contrato por obra o servicio tiene que tener bien especificado el motivo de dicha provisionalidad. Es decir, tiene que tener bien claro el puesto en el que se trabaja y el motivo de la obra que se está realizando de la manera más verídica posible, por ejemplo. Esto no suele suceder casi nunca, por lo que todos los contratos de este tipo podrían considerarse fraude de ley.
-Si el contrato por obra o servicio está destinado a una actividad regular de la empresa, también podría considerarse indefinido. Por ejemplo, una empresa de telemárketing que expidiera contratos con el motivo “atención telefónica”.
-Un contrato que sí cumpla con estos requisitos (es decir, que sea por obra y servicio y esté especificado de la manera concreta que hemos comentado), implica que el trabajador asociado a él no puede dedicarse a otra tarea distinta dentro de la empresa. En el momento en que se cambie de puesto, aunque sea afín, o de obra a realizar, también se estaría incurriendo en fraude de ley.
En un principio, no hay ninguna ley que obligue a convertir este tipo de contratos en indefinidos, a no ser que se encuentren en fraude de ley. En estos casos, la empresa tiene la obligación de hacer la conversión.
Para detectar si un contrato temporal se encuentra en estas condiciones hay que hacer las siguientes observaciones:
-Un contrato por obra o servicio tiene que tener bien especificado el motivo de dicha provisionalidad. Es decir, tiene que tener bien claro el puesto en el que se trabaja y el motivo de la obra que se está realizando de la manera más verídica posible, por ejemplo. Esto no suele suceder casi nunca, por lo que todos los contratos de este tipo podrían considerarse fraude de ley.
-Si el contrato por obra o servicio está destinado a una actividad regular de la empresa, también podría considerarse indefinido. Por ejemplo, una empresa de telemárketing que expidiera contratos con el motivo “atención telefónica”.
-Un contrato que sí cumpla con estos requisitos (es decir, que sea por obra y servicio y esté especificado de la manera concreta que hemos comentado), implica que el trabajador asociado a él no puede dedicarse a otra tarea distinta dentro de la empresa. En el momento en que se cambie de puesto, aunque sea afín, o de obra a realizar, también se estaría incurriendo en fraude de ley.
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