El futbolín es uno de los inventos españoles que más populares se han vuelto en todo el mundo. Aunque nació mucho antes, su expansión se dio en los años cincuenta, cuando las máquinas de pinball llegaron a España procedentes de Estados Unidos. El éxito de éstas en aquel país era indudable, pero se temía que aquí no sucediera lo mismo, al ser un producto un tanto “extraño”. Así pues, se pensó en adaptar un juguete inspirado en los partidos de fútbol, creado por Alejandro Finisterre durante la época de la Guerra Civil. Los futbolines se expandieron por los lugares de juego y pronto eclipsaron a los pinballs.
Alejandro Finisterre creó el futbolín durante su convalecencia tras ser herido en una pierna en la Guerra Civil. En el hospital coincidió con otros niños y jóvenes como él (tenía 17 años), y al verlos tuvo la idea de crear una manera para que pudieran volver a disfrutar del fútbol; de la misma manera que otros deportes, como el tenis, se habían adaptado también a un ámbito más reducido.
El futbolín es uno de los inventos españoles que más populares se han vuelto en todo el mundo. Aunque nació mucho antes, su expansión se dio en los años cincuenta, cuando las máquinas de pinball llegaron a España procedentes de Estados Unidos. El éxito de éstas en aquel país era indudable, pero se temía que aquí no sucediera lo mismo, al ser un producto un tanto “extraño”. Así pues, se pensó en adaptar un juguete inspirado en los partidos de fútbol, creado por Alejandro Finisterre durante la época de la Guerra Civil. Los futbolines se expandieron por los lugares de juego y pronto eclipsaron a los pinballs.
Alejandro Finisterre creó el futbolín durante su convalecencia tras ser herido en una pierna en la Guerra Civil. En el hospital coincidió con otros niños y jóvenes como él (tenía 17 años), y al verlos tuvo la idea de crear una manera para que pudieran volver a disfrutar del fútbol; de la misma manera que otros deportes, como el tenis, se habían adaptado también a un ámbito más reducido.
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