Podemos considerar que la primera película de la Historia fue la proyección de varias escenas de la vida cotidiana que llevaron a cabo los hermanos Lumière en 1895: un tren en pleno recorrido, varios obreros saliendo de una fábrica, un barco llegando a puerto y un muro siendo demolido. Eran escenas de pocos segundos de duración, pero, según se cuenta, algunas de las personas que asistieron a su visionado salieron huyendo despavoridas en el momento en que el tren, según creyeron, se aproximaba a ellos.
En un primer momento, el invento del cinematógrafo se empleaba en las ferias y espectáculos circenses, más como una novedad anecdótica que como una forma de expresión artística rea. Fue George Méliês, en 1902, quien empezó a experimentar con esta nueva forma de grabación de imágenes como una manera de contar un relato. Lo hizo con su obra Viaje a la Luna. Esta idea se reforzó años después, en 1927, cuando se estrenó la primera película sonora: El cantante de jazz.
Podemos considerar que la primera película de la Historia fue la proyección de varias escenas de la vida cotidiana que llevaron a cabo los hermanos Lumière en 1895: un tren en pleno recorrido, varios obreros saliendo de una fábrica, un barco llegando a puerto y un muro siendo demolido. Eran escenas de pocos segundos de duración, pero, según se cuenta, algunas de las personas que asistieron a su visionado salieron huyendo despavoridas en el momento en que el tren, según creyeron, se aproximaba a ellos.
En un primer momento, el invento del cinematógrafo se empleaba en las ferias y espectáculos circenses, más como una novedad anecdótica que como una forma de expresión artística rea. Fue George Méliês, en 1902, quien empezó a experimentar con esta nueva forma de grabación de imágenes como una manera de contar un relato. Lo hizo con su obra Viaje a la Luna. Esta idea se reforzó años después, en 1927, cuando se estrenó la primera película sonora: El cantante de jazz.