En contra de lo que se suele pensar, la inmensa mayoría de las arañas no son venenosas. De hecho, se estima que sólo un uno por ciento de todas las especies existentes posee esta característica.
La araña con el veneno más mortífero es la errante brasileña o armadeira. Vive en los bosques tropicales de los países de Centroamérica y Sudamérica. Su cuerpo tiene un tamaño de entre tres y cinco centímetros, y sus largas patas pueden alcanzar los diecisiete de longitud. Otro de sus nombres comunes es “araña del plátano”. Tiene tendencia a vivir en las ciudades. Si se tratan a tiempo los síntomas de su picadura, no tiene por qué ser necesariamente mortal; sin embargo, el hecho de que cause fuertes taquicardias la convierte en un espécimen muy peligroso.
Otras arañas con un veneno altamente tóxico son la viuda negra, la araña violinista o la araña de arena de seis ojos.
En contra de lo que se suele pensar, la inmensa mayoría de las arañas no son venenosas. De hecho, se estima que sólo un uno por ciento de todas las especies existentes posee esta característica.
La araña con el veneno más mortífero es la errante brasileña o armadeira. Vive en los bosques tropicales de los países de Centroamérica y Sudamérica. Su cuerpo tiene un tamaño de entre tres y cinco centímetros, y sus largas patas pueden alcanzar los diecisiete de longitud. Otro de sus nombres comunes es “araña del plátano”. Tiene tendencia a vivir en las ciudades. Si se tratan a tiempo los síntomas de su picadura, no tiene por qué ser necesariamente mortal; sin embargo, el hecho de que cause fuertes taquicardias la convierte en un espécimen muy peligroso.
Otras arañas con un veneno altamente tóxico son la viuda negra, la araña violinista o la araña de arena de seis ojos.