Existen numerosos medicamentos destinados a curar los trastornos del sueño, especialmente cuando suceden de manera muy prolongada. Sin embargo, en su mayoría suelen ser problemas de índole psicológica, ocasionadas por circunstancias de ansiedad o estrés. Lo mejor para curar el insomnio, antes de acudir a la medicina, es detectarlo desde un primer momento y aplicar algunos remedios caseros.
En primer lugar, tenemos que asegurarnos de que nuestro dormitorio cumple las condiciones adecuadas: la temperatura no es demasiado alta ni demasiado baja en relación con la estación, nuestra cama es suficientemente confortable, etc. Muchas veces el insomnio no es más que una respuesta de nuestro cuerpo ante circunstancias externas desfavorables.
No hay que alterar los ritmos vitales. Si no hemos dormido por la noche, la solución no es recuperar esas horas de sueño por la mañana; el resultado inevitable será que alteraremos de manera constante nuestro “reloj biológico”, y después será mucho más complicado repararlo.
Antes de dormir, podemos optar por una actividad relajante, como puede ser un baño caliente, un masaje o simplemente escuchar música o leer. La otra posibilidad, aunque parece opuesta, tiene el mismo resultado: realizar algún ejercicio físico moderado para que nuestro cuerpo solicite el reposo de modo inconsciente. No hay que excederse con este último punto; si nos acostamos después de un ejercicio excesivamente intenso nos costará más llegar al punto de relajación necesario.
Existen numerosos medicamentos destinados a curar los trastornos del sueño, especialmente cuando suceden de manera muy prolongada. Sin embargo, en su mayoría suelen ser problemas de índole psicológica, ocasionadas por circunstancias de ansiedad o estrés. Lo mejor para curar el insomnio, antes de acudir a la medicina, es detectarlo desde un primer momento y aplicar algunos remedios caseros.
En primer lugar, tenemos que asegurarnos de que nuestro dormitorio cumple las condiciones adecuadas: la temperatura no es demasiado alta ni demasiado baja en relación con la estación, nuestra cama es suficientemente confortable, etc. Muchas veces el insomnio no es más que una respuesta de nuestro cuerpo ante circunstancias externas desfavorables.
No hay que alterar los ritmos vitales. Si no hemos dormido por la noche, la solución no es recuperar esas horas de sueño por la mañana; el resultado inevitable será que alteraremos de manera constante nuestro “reloj biológico”, y después será mucho más complicado repararlo.
Antes de dormir, podemos optar por una actividad relajante, como puede ser un baño caliente, un masaje o simplemente escuchar música o leer. La otra posibilidad, aunque parece opuesta, tiene el mismo resultado: realizar algún ejercicio físico moderado para que nuestro cuerpo solicite el reposo de modo inconsciente. No hay que excederse con este último punto; si nos acostamos después de un ejercicio excesivamente intenso nos costará más llegar al punto de relajación necesario.
Was this answer helpful?
LikeDislike