Un tsunami o maremoto es una ola o un conjunto de olas de gran tamaño y fuerza producido por un fenómeno extraño que hace que se desplace verticalmente una masa grande de agua.
Aproximadamente el 90% de estos fenómenos son ocasionados por terremotos por ello también son conocidos como maremotos tectónicos. El fondo marino sufre un alzamiento vertical por el choque entre dos placas tectónicas provocando terremotos de gran magnitud y generando una ola que se traslada a lo largo del agua adquiriendo masa, velocidad y mayor tamaño.
Antes de producirse el tsunami, el mar se retira centenares de metros como una rápida marea baja. Desde ese momento pasarán entre 5 y 10 minutos hasta que llega la ola principal.
La energía de los maremotos es casi constante consiguiendo llegar a cruzar océanos y afectar a costas muy alejadas al lugar del suceso.
La zona más perjudicada por este suceso es el océano Pacífico ya que allí se concentra la mayor actividad sísmica del planeta. Estos fenómenos se consideran destructivos a partir de terremotos de una magnitud de 7,5 en la escala de Richter.
Un índice menor de tsunamis es provocado por erupciones volcánicas, meteoritos, explosiones submarinas o deslizamientos de tierra. El efecto que causan es mayor que el de los tsunamis y se conocen como megamaremotos.
Un tsunami o maremoto es una ola o un conjunto de olas de gran tamaño y fuerza producido por un fenómeno extraño que hace que se desplace verticalmente una masa grande de agua.
Aproximadamente el 90% de estos fenómenos son ocasionados por terremotos por ello también son conocidos como maremotos tectónicos. El fondo marino sufre un alzamiento vertical por el choque entre dos placas tectónicas provocando terremotos de gran magnitud y generando una ola que se traslada a lo largo del agua adquiriendo masa, velocidad y mayor tamaño.
Antes de producirse el tsunami, el mar se retira centenares de metros como una rápida marea baja. Desde ese momento pasarán entre 5 y 10 minutos hasta que llega la ola principal.
La energía de los maremotos es casi constante consiguiendo llegar a cruzar océanos y afectar a costas muy alejadas al lugar del suceso.
La zona más perjudicada por este suceso es el océano Pacífico ya que allí se concentra la mayor actividad sísmica del planeta. Estos fenómenos se consideran destructivos a partir de terremotos de una magnitud de 7,5 en la escala de Richter.
Un índice menor de tsunamis es provocado por erupciones volcánicas, meteoritos, explosiones submarinas o deslizamientos de tierra. El efecto que causan es mayor que el de los tsunamis y se conocen como megamaremotos.
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