Los lunares son pequeñas zonas que tenemos de color más oscuro en la piel, normalmente circulares, y son el resultado de agrupaciones de células pigmentadas llamadas melanocitos o nevus. Pueden ser de diversos colores y tamaños, aparecen a lo largo del crecimiento aunque en algunos casos son desde el nacimiento. Se forman durante el periodo embrionario cuando las células que después del parto producirán melanina se distribuyen por la piel. Dichas células se suelen distribuir por todas las zonas de la piel, pero algunas de ellas permanecerán juntas dando así lugar a los lunares, el color y tamaño dependerá de la cantidad de melanina que produzcan y que puede variar por factores hormonales, ambientales o hereditarios. La mayoría de los lunares son benignos, pero algunos pueden volverse cancerígenos, deben ser especialmente observados si cambian de color o tamaño, si su borde es irregular, o si se vuelven rugosos o sangran, si se producen estos síntomas deberá consultarse con el médico.
Los lunares son pequeñas zonas que tenemos de color más oscuro en la piel, normalmente circulares, y son el resultado de agrupaciones de células pigmentadas llamadas melanocitos o nevus. Pueden ser de diversos colores y tamaños, aparecen a lo largo del crecimiento aunque en algunos casos son desde el nacimiento. Se forman durante el periodo embrionario cuando las células que después del parto producirán melanina se distribuyen por la piel. Dichas células se suelen distribuir por todas las zonas de la piel, pero algunas de ellas permanecerán juntas dando así lugar a los lunares, el color y tamaño dependerá de la cantidad de melanina que produzcan y que puede variar por factores hormonales, ambientales o hereditarios. La mayoría de los lunares son benignos, pero algunos pueden volverse cancerígenos, deben ser especialmente observados si cambian de color o tamaño, si su borde es irregular, o si se vuelven rugosos o sangran, si se producen estos síntomas deberá consultarse con el médico.