No todo el mundo sabe que el coral, ese material que tanto se utiliza en joyería, es en realidad el esqueleto de un animal marino. Los corales adoptan su característica forma al entrar en contacto con el calcio contenido en el agua, convirtiendo su organismo en ese exoesqueleto que nos resulta tan familiar. Por otro lado, viven en grandes agrupaciones que se conocen como arrecifes, a una profundidad de entre cien y trescientos metros.
Los arrecifes pueden tardar cientos, incluso miles de años en convertirse en las vastas llanuras submarinas que conocemos. Pueden estar formados por una gran diversidad de corales, ya que con este nombre se denomina a muchos tipos de animales dentro de una misma especie. Las olas y las mareas ejercen un efecto erosivo en ellos, tal como lo hacen con cualquier otro elemento pétreo, pero la presencia de las algas rojas calcáreas contribuyen a sustentarlos, gracias al proceso de fotosíntesis de éstas.
No todo el mundo sabe que el coral, ese material que tanto se utiliza en joyería, es en realidad el esqueleto de un animal marino. Los corales adoptan su característica forma al entrar en contacto con el calcio contenido en el agua, convirtiendo su organismo en ese exoesqueleto que nos resulta tan familiar. Por otro lado, viven en grandes agrupaciones que se conocen como arrecifes, a una profundidad de entre cien y trescientos metros.
Los arrecifes pueden tardar cientos, incluso miles de años en convertirse en las vastas llanuras submarinas que conocemos. Pueden estar formados por una gran diversidad de corales, ya que con este nombre se denomina a muchos tipos de animales dentro de una misma especie. Las olas y las mareas ejercen un efecto erosivo en ellos, tal como lo hacen con cualquier otro elemento pétreo, pero la presencia de las algas rojas calcáreas contribuyen a sustentarlos, gracias al proceso de fotosíntesis de éstas.
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