El aire es un gas formado de varios elementos, entre los que predominan el oxígeno y el nitrógeno. Al encontrarse en libertad las moléculas del aire están muy separadas entre sí, como ocurre con todos los gases, y permiten el paso de la luz. Es por ello por lo que no vemos el aire, aunque podemos sentirlo cuando nos golpea el rostro al moverse.
El movimiento del aire se produce porque las capas más cercanas a la tierra se calientan, disminuyen de densidad y se elevan, obligando a las capas superiores más frías a descienden para ocupar el vacío. Así se establece un ciclo de ascensos y descenso de aire.
El aire es un gas formado de varios elementos, entre los que predominan el oxígeno y el nitrógeno. Al encontrarse en libertad las moléculas del aire están muy separadas entre sí, como ocurre con todos los gases, y permiten el paso de la luz. Es por ello por lo que no vemos el aire, aunque podemos sentirlo cuando nos golpea el rostro al moverse.
El movimiento del aire se produce porque las capas más cercanas a la tierra se calientan, disminuyen de densidad y se elevan, obligando a las capas superiores más frías a descienden para ocupar el vacío. Así se establece un ciclo de ascensos y descenso de aire.