El oído aprecia la música, los sonidos suaves y armoniosos, las líneas melódicas de las canciones y los acordes de la orquesta. Los ruidos son desagradables porque son violentos, a menudo inesperados, feos o desafinados y que hacen daño al oído. En la Antigüedad, la misma palabra designaba la música y la acústica. Es efectivamente difícil trazar una demarcación entre los sonidos musicales y los otros. Un ruido y una mezcla de sonidos discordantes que padecemos, y cuya potencia causa una sensación de dolor. La impresión agradable producida por la música procede de que los sonidos son utilizados según las normas definidas por las leyes de la armonía.
El oído aprecia la música, los sonidos suaves y armoniosos, las líneas melódicas de las canciones y los acordes de la orquesta. Los ruidos son desagradables porque son violentos, a menudo inesperados, feos o desafinados y que hacen daño al oído. En la Antigüedad, la misma palabra designaba la música y la acústica. Es efectivamente difícil trazar una demarcación entre los sonidos musicales y los otros. Un ruido y una mezcla de sonidos discordantes que padecemos, y cuya potencia causa una sensación de dolor. La impresión agradable producida por la música procede de que los sonidos son utilizados según las normas definidas por las leyes de la armonía.
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